La tradición de los vinos de Ribera del Duero es ancestral, pero apenas cumplirá cuatro décadas de formalizarse su condición como Denominación de Origen, lo cual motivará diversas celebraciones que se extenderán hasta el mes de septiembre, por varias localidades de la región española.
La historia inició el 21 de julio de 1982, en la estación del metro de El Retiro, en la ciudad de Madrid, donde se firmó el primer reglamento de Ribera del Duero, para establecer una Denominación de Origen que, entonces, aglutinaría a una decena de bodegas y un centenar de viticultores, apoyados por las instituciones locales y provinciales existentes entonces, para impulsar la producción de vinos de la región e imprimirle proyección internacional.
A la par de lo anterior, durante la siguiente década experimentaron con los tiempos de crianza para diversificar las categorías tradicionales, que dieron por resultado la renovación de sus formas de expresión —como la aparición de los vinos jóvenes roble—, los cuales plasmaban a su vez la experiencia de los maestros en el arte de envejecimiento del vino, lo cual no tardó en ser reconocido por los consumidores de España y otras latitudes del mundo. Todo eso permitió que, actualmente, puedan disfrutarse una versátil gama de productos que van de las tendencias más clásicas a los perfiles más innovadores, siempre guardando los estándares más altos de calidad.
Hoy en día, la región de Ribera del Duero agrupa poco más de 300 bodegas y casi nueve mil viticultores, quienes están listos para celebrar los 40 años de su Denominación de Origen, con una serie de actividades que inicarán el próximo 23 de julio en la localidad de Peñafiel, con eventos artísticos, degustaciones y catas premium. Todo esto lo antecederá el encuentro con los Fundadores de la Denominación de Origen de Ribera del Duero, quienes compartiran con el público sus recuerdos de los esfuerzos realizados para echar a andar un sello de calidad, que pasó a convertirse en el motor económico de la región.
Las celebraciones continuarán durante los meses de agosto y septiembre, en localidades aledañas (San Esteban de Gormaz y Soria), organizadas por el Consejo Regulador de Ribera del Duero en coordinación con los encargados de la Ruta del Vino de Ribera del Duero, las cuales culminarán en Aranda del Duero con la tradicional Fiesta de la Vendimia.
