Ahora fue el Club de Polo Valle de Bravo, en el Estado de México, la sede de esta III Copa de Polo Ribera del Duero, celebrada el pasado sábado 12 de marzo, con 4 equipos, 16 jugadores y aproximadamente 180 invitados.

“Estamos totalmente agradecidos con el Consejo Regulador de Ribera del Duero por los tres torneos que ya llevan brindándonos su apoyo”, externó Tico Garibay, organizador del evento, quien adelantó los planes para internacionalizarlo el próximo año: “La idea es seguir con un cuadrangular donde participen equipos de Centro y Sudamérica, donde tengo muy buenas relaciones. Tengo más de veinte años yendo a jugar a Colombia, Guatemala y El Salvador, donde tengo muy buenos amigos, y la idea es que la sede del siguiente torneo sea la ciudad de Mérida, Yucatán, donde México compita con dichos países”.

Como en las ediciones anteriores del torneo, los asistentes pudieron degustar los vinos de Ribera del Duero, al tiempo de conocer sus características, gracias a la presencia de Ricardo Espíndola, sommelier especializado en los vinos de prestigiada Denominación de Origen española. Cabe destacar el interés mostrado entre los asistentes al torneo de edad más juvenil, a quienes se les brindó una atención especial al ser un consumidor desde hace tiempo integrado a los objetivos de las campañas de promoción, para sumarlos a los aficionados al mundo del vino.

Posteriormente, abordó las características del maridaje de los vinos de Ribera del Duero con las llamadas “carnes de caza”, puesto que, al igual que el año anterior, a la hora de la comida se ofreció jabalí asado: “Los vinos de Ribera del Duero tienen mucha estructura en la boca, lo que hace que le queden muy bien las carnes de mucho sabor, como las de esta variedad, explicaría el especialista. “Combinan muy buen por la profundidad que tiene el vino y la estructura tánica”.

El sommelier extiende su explicación sobre el acompañamiento de esta variedad de vinos con el platillo preparado en el propio lugar del torneo, donde emplearon animales de un criadero cercano a la ciudad de Toluca, alimentados con alfalfa, avellanas, bagazo de naranja y complemento vitanímico, que a los pocos meses alcanzan un peso de 80 kilogramos, suficientes para alimentar 70 personas.

“Los jabalíes no son cerdos normales, sino animales con un sabor muy intenso que requieren curar su carne antes de meterse a la brasa, donde se cocerán lentamente, para equilibrar sus notas de sabor y que su grasa envuelva muy bien su superficie. Para acompañarlo, yo sugiero la categoría reserva, con un paso por barrica de más de doce meses, al ser largos en boca, por lo que maridan muy bien con este tipo de proteína.”

El día culminó entre la emoción de esta justa deportiva, con la entrega de trofeos elaborados por la escultora Viviana Troop y con un gran brindis con Ribera del Duero.