Bien puede considerarse entre los principales eventos del ámbito vinícola realizados en México en lo que va del año, por la cantidad y calidad de personas —un centenar de especialistas, entre sommeliers, distribuidores e influencers— reunidas la mañana del martes 15 de marzo en la terraza de la Agrupación Leonesa, en Polanco, para la Gran Cata 40 Aniversario Ribera del Duero.
La bienvenida a los asistentes la daría Pablo Baquera, director de Marketing del Consejo Regulador de la Denominación de Origen de Ribera del Duero, quien viajó ex profeso desde España para estar presente en el evento, antes de cederle la conducción a Luis Morones, Wine Brand Ambassador de la D. O. de Ribera del Duero, quien coordinó la cata en dos fligths, donde se analizaron las características y virtudes de una docena de prestigiadas etiquetas participantes.
Al término de la Gran Cata de Aniversario, algunos de los asistentes dieron su valoración sobre la presencia de los vinos de Ribera del Duero en el mercado mexicano, como Ernesto García Martínez, supervisor nacional de sommeliers de la cadena de tiendas de autoservicio Chedraui, con más de dos décadas de experiencia dentro del medio, lo que le permite brindar un interesante análisis.
“En México la gente ha estado casada desde siempre con los vinos españoles, aunque los de la región de Ribera del Duero que antes llegaban a México resultaban muy caros, además que el consumo de vino en general se consideraba de élite. De unos cuatro o cinco años a la fecha he notado que tenemos vinos de Ribera del Duero con precios para una mayor gama de bolsillos; antes, también, eran estilos de vinos muy tradicionales, con mucha presencia de madera, mientras que ahora encontramos otros donde se hace más presente la fruta sin perder la elegancia que los caracteriza, por los que resultan atractivos para consumidores más jóvenes que después, poco a poco, empezarán a exprimentar con opciones con mayor barrica, como crianza o roble.”
Recuerda su propia experiencia dentro del medio cuando, veinticinco años atrás, se iniciara como sommelier en el ya desparecido restaurante Maxim’s de la ciudad de México, y conocía tan solo cuatro o cinco bodegas de la región de Ribera del Duero presentes en nuestro país, cantidad ahora incrementada a unas 60 bodegas, de las que una 25 se encuentran presentes en los anaqueles de la cadena de tiendas de autoservicio donde labora.
Por su parte, Borja Gómez Martínez, quien desde hace un lustro se desempeña como director de Grandes Añadas de la importadora y distribuidora Novelda, aporta una interesante observación sobre la evolución de tendencias de consumo dentro del mercado mexicano:
“La concepción de Ribera del Duero como marca de lujo, al tiempo de ser cada día más grande, no se limita como antes a algunas etiquetas sino a la región en general. Ribera del Duero es sinónimo de calidad: si lleva su sello sus consumidores saben que probarán un buen vino. Antes, México era marquista, como Estados Unidos, pero ahora empieza a prevalecer una mentalidad más europea, de una denominación de origen; este cambio de mentalidad del consumidor lo noto desde hace unos tres o cuatro años.”
Bien puede considerarse entre los principales eventos del ámbito vinícola realizados en México en lo que va del año, por la cantidad y calidad de personas —un centenar de especialistas, entre sommeliers, distribuidores e influencers— reunidas la mañana del martes 15 de marzo en la terraza de la Agrupación Leonesa, en Polanco, para la Gran Cata 40 Aniversario Ribera del Duero.
La bienvenida a los asistentes la daría Pablo Baquera, director de Marketing del Consejo Regulador de la Denominación de Origen de Ribera del Duero, quien viajó ex profeso desde España para estar presente en el evento, antes de cederle la conducción a Luis Morones, Wine Brand Ambassador de la D. O. de Ribera del Duero, quien coordinó la cata en dos fligths, donde se analizaron las características y virtudes de una docena de prestigiadas etiquetas participantes.
Al término de la Gran Cata de Aniversario, algunos de los asistentes dieron su valoración sobre la presencia de los vinos de Ribera del Duero en el mercado mexicano, como Ernesto García Martínez, supervisor nacional de sommeliers de la cadena de tiendas de autoservicio Chedraui, con más de dos décadas de experiencia dentro del medio, lo que le permite brindar un interesante análisis.
“En México la gente ha estado casada desde siempre con los vinos españoles, aunque los de la región de Ribera del Duero que antes llegaban a México resultaban muy caros, además que el consumo de vino en general se consideraba de élite. De unos cuatro o cinco años a la fecha he notado que tenemos vinos de Ribera del Duero con precios para una mayor gama de bolsillos; antes, también, eran estilos de vinos muy tradicionales, con mucha presencia de madera, mientras que ahora encontramos otros donde se hace más presente la fruta sin perder la elegancia que los caracteriza, por los que resultan atractivos para consumidores más jóvenes que después, poco a poco, empezarán a experimentar con opciones con mayor barrica, como crianza o roble.”
Recuerda su propia experiencia dentro del medio cuando, veinticinco años atrás, se iniciara como sommelier en el ya desparecido restaurante Maxim’s de la ciudad de México, y conocía tan solo cuatro o cinco bodegas de la región de Ribera del Duero presentes en nuestro país, cantidad ahora incrementada a unas 60 bodegas, de las que una 25 se encuentran presentes en los anaqueles de la cadena de tiendas de autoservicio donde labora.
Por su parte, Borja Gómez Martínez, quien desde hace un lustro se desempeña como director de Grandes Añadas de la importadora y distribuidora Novelda, aporta una interesante observación sobre la evolución de tendencias de consumo dentro del mercado mexicano:
“La concepción de Ribera del Duero como marca de lujo, al tiempo de ser cada día más grande, no se limita como antes a algunas etiquetas sino a la región en general. Ribera del Duero es sinónimo de calidad: si lleva su sello sus consumidores saben que probarán un buen vino. Antes, México era marquista, como Estados Unidos, pero ahora empieza a prevalecer una mentalidad más europea, de una denominación de origen; este cambio de mentalidad del consumidor lo noto desde hace unos tres o cuatro años.”