Ribera del Duero participó en un significativo evento de la gastronomía mexicana: la tercera edición de la cena maridaje con chiles en nogada organizada por la plataforma Wikivinos en el restaurante Casareyna, en la ciudad de Puebla.

Durante la velada los asistentes pudieron disfrutar el platillo más representativo de la alta gastronomía tradicional mexicana con diversas alternativas de maridaje, entre las que se encontraba Hito, vino rosado de la Bodega Cepa 21 de Ribera del Duero, lo que dio pie para entrevistar a Daniel Valdés, sommelier a cargo de conducir la experiencia con el casi centenar de comensales reunidos el pasado 28 de julio, quien compartió su experiencia profesional.

“Como poblano y sommelier desde hace 14 años me ha tocado ver la evolución del maridaje con el chile en nogada, uno de los platillos más representativos de las gastronomía poblana en particular y mexicana en general: fue hace como ocho años que surgió la necesidad de buscar una bebida adecuada para acompañar el platillo, precisamente en el restaurante donde nos encontramos, el más representativo en cuanto a chiles en nogada de México por la cantidad que sirven a sus comensales (37 mil por temporada, aproximadamente).”

Los recuerdos del entrevistado remiten el acompañamiento, hasta entonces realizado con cerveza, tequila y hasta agua de frutas, con un vino rosado mexicano, “el cual empató con el platillo básicamente por su color similar al de la granada. Más que textura o sabor, gustó mucho entonces el color y aroma del vino con el chile en nogada. Durante los siguientes años, siempre bajo esta premisa, fueron sumándose al vino mexicano otro chileno y español, siempre rosados, sin importar su procedencia o variedad de uva”.

Daniel señala que, en el caso de los destilados como el tequila, su grado alcohólico lo hace inadecuado para los maridajes al cerrar nuestras papilas gustativas, lo que impide apreciar los sabores de cualquier platillo. “Un maridaje debe hacerse con bebidas con menos de 20 grados de alcohol”, prosigue, “donde entran las cervezas, pero en el vino vamos a encontrar la acidez, astringencia y cuerpo, lo que genera un balance adecuado para acompañar al chile en nogada, que propicia un buen maridaje no solo de sabor sino también con la textura de la nogada, al tiempo de ayudar el paladar para el siguiente bocado.”

Y vuelve a compartirnos su experiencia personal: “He podido atestiguar el abismal incremento del consumo y venta de vino para maridar chiles en nogada: empezó con una persona de cada diez, y ahora siete de cada diez comensales lo disfrutan cada temporada, según las estadísticas de venta. Los gustos de la gente siguen inclinándose por acompañarlo con vino rosado, aunque de un tiempo a la fecha ha crecido el consumo de vino espumoso, el cual funciona muy bien por la acidez y el gas carbónico que contiene y ayuda a limpiar el paladar”.